lunes, 29 de diciembre de 2008

Cálamo VII

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PREFACIO

Llegar a esta calma
lúcida y febril,
no fue nada fácil.
Tras sortear tempestades
y ruinas, la vida se abrió
como una rosa temprana.
Se han ido alargando los años,
la dura pervivencia
entre la desazón y la quimera.
Este peso que abre las heridas,
me impulsa a contemplar mi sueño
sin ese aroma a derrota
que acompaña mi soledad.


Del libro inédito La Voz en la Memoria
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1 comentario:

Miguel Ángel Yusta. dijo...

Felices poemas para 2009...Un abrazo