miércoles, 30 de septiembre de 2009

Presentación de Poetas suicidas en Zaragoza


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El viernes 2 de octubre a las 19 h.
se presenta mi libro "Poetas suicidas: sensibilidad o supervivencia" en el Centro Cívico "Río Ebro" C/ María Zambrano 56 (frente a Carrefour)

Intervendrán: Trinidad Ruiz Marcellán (Editorial Olifante), Antón Castro y yo mismo.
Leerán poemas Asunción Mínguez, Amalia Soro, Carmen Aliaga y Luis Trébol.

http://reyfernando.webcindario.com/
http://www.olifante.com/

Gracias por vuestra asistencia
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martes, 29 de septiembre de 2009

Muere el poeta Muñoz Rojas, cantor de lo cotidiano

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Experto en autores británicos, era Premio Nacional y Reina Sofía de poesía.- Iba a cumplir cien años

EFE - Málaga - 29/09/2009

El poeta y escritor José Antonio Muñoz Rojas, muerto hoy en la localidad malagueña de Antequera a pocos días de cumplir cien años, formó parte del grupo de poetas de la generación del 36 y fue Premio Nacional de Poesía 1998 y Premio Reina Sofía de Poesía Iberoameicana 2002.

Nacido en Antequera, Málaga, España, el 9 de octubre de 1909, estudió en el colegio El Palo de los Padres Jesuitas de Málaga y continuó sus estudios en Madrid, donde se licenció en Derecho.Realizó sin éxito oposiciones al cuerpo diplomático, y fue lector de Literatura Española en la Universidad de Cambridge, donde realizó la tesis sobre Literatura Comparada. Regresó a España en 1947 y a comienzos de los años cincuenta se trasladó a Madrid, residiendo desde entonces entre la capital de España y su pueblo natal.

En Madrid se hizo cargo de la Sociedad de Estudios y Publicaciones del Banco Urquijo, y compatibilizó esa actividad con la literatura. Perteneciente al grupo de poetas neorrenacentistas, José Antonio Muñoz Rojas fue fundador, junto a José Antonio Maravall, Leopoldo Panero y José R. Santeiro, de la Nueva Revista, al tiempo que mantuvo contactos con varios poetas de la Generación del 27.

Junto a Vicente Aleixandre, Ridruejo, Rosales, etc., participó en la revista Escorial, así como en Cántico y El Correo Literario, esta última fundada por Leopoldo Panero. Su obra poética comienza en 1929 con Versos del retorno y continúa con el poemario Ardiente jinete, con el que en 1934 obtuvo el tercer premio del Certamen Nacional de Literatura.

El canto de lo cotidiano, la importancia de la palabra poética y la expresión de lo auténtico es lo que caracteriza su obra a partir de 1939. De 1942 son sus Sonetos de amor por un autor indiferente, poemario al que siguieron: Abril del alma, 1943; Cantos a Rosa, 1955; Lugares del corazón en nueve sonetos que lo celebran, 1962; Antequera, norte de mi pluma y Salmo, de 1970.

En prosa

Autor también de obras en prosa, destacan: Historias de familia, 1945; Las cosas del campo, 1953 y Las musarañas, de 1957, entre otras. En 1979 publicó Cuentos surrealistas, un compendio de 13 relatos, y de 1989 es el volumen Poesía 1929-1980, una recopilación de todo su trabajo lírico que inauguró la colección Ciudad del Paraíso. Amigos y maestros, de 1992; Dejado ir: estancias y viajes, 1995; y Ensayos anglo-andaluces, de 1996 son otras obras del escritor malagueño.

Traductor y estudioso de poetas ingleses, es también autor de varios libros de derecho, de viajes y de memorias. De 1994 es el relato autobiográfico La gran musaraña: Memorias y de 1997 el poemario Objetos perdidos, con el que puso fin a la trilogía compuesta por Ardiente Jinete (1934) y Cantos a Rosa (1955), y con el que el 11 de noviembre de 1998 fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía, por el Ministerio de Cultura. En febrero de 2002 publicó Entre otros olvidos, un poemario en el que el escritor malagueño recoge los textos escritos en los últimos tiempos.

Ese año, el 28 de mayo, fue galardonado con el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana por el conjunto de su obra y en marzo de 2007 fue distinguido en la decimotercera edición de los Premios Andalucía de la Crítica por la obra El comendador. José Antonio Muñoz Rojas, Hijo Predilecto de Andalucía, fue galardonado con la Medalla de Oro de la ciudad de Antequera y la Medalla de Honor

de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo. En 2009, fecha de la celebración del centenario del nacimiento del escritor, la Junta de Andalucía declaró al poeta malagueño Autor del Año, junto a Antonio Machado. Ha participado en conferencias y en mesas redondas sobre literatura y ha formado parte de numerosos jurados literarios.

SEÑOR, QUE ME HAS PERDIDO LAS GAFAS…

Señor, que me has perdido las gafas,
¿por qué no me las encuentras?
Me paso la vida buscándomelas
y tú siempre perdiéndomelas,
¿me has traído al mundo para esto,
para pasarme la vida buscando unas gafas,
que siempre están perdiéndoseme?
Para que aparezca este tonto
que está siempre perdiendo sus gafas,
porque tú eres, Señor, el que me las pierdes
y me haces ir por la vida a trompicones,
y nos das los ojos y nos pierdes las gafas,
y así vamos por el mundo con unas gafas
que nos pierdes y unos ojos que nos das,
dando trompicones, buscando unas gafas
que nos pierdes y unos ojos que no nos sirven.
Y no vemos, Señor, no vemos;
no vemos, Señor.

José Antonio Muñoz Rojas: Objetos perdidos (1998)
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jueves, 24 de septiembre de 2009

Poema XXXII

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SIN VOZ

Estos tiempos de bullicio y ruido,

que el sonido estridente de las masas

atropella al eco de la calle,

quiero reivindicar silencio.

Nadie es ajeno al placer

de escuchar nuestras noches.

Es preciso la calma,

la ansiada caricia

de las voces sin voz,

sin voz, sin voz, sin voz...


Del libro inédito Rituales de identidad

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miércoles, 16 de septiembre de 2009

Poesía y verdades

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MÁLAGA, 9 de agosto de 2009

Poesía y verdades

Acogido al famoso título de Rilke, el poeta catalán Joan Margarit publica un breve y esclarecedor ensayo donde reflexiona sobre el género y ofrece las claves de su poética

Ignacio F. Garmendia

Presentada hace unos meses en Barcelona, la nueva editorial Barril & Barral -bautizada con los apellidos de sus dos inspiradores, el veterano periodista Joan Barril y el joven editor Malcolm Otero Barral, nieto del célebre editor y poeta- se ha estrenado con dos libros valiosos que anuncian la formación de un catálogo inequívocamente literario: las cartas completas de Arthur Rimbaud, recogidas bajo el título Prometo ser bueno, y esta hermosa meditación de Joan Margarit, un poeta de reconocida trayectoria que ha recibido en los últimos años premios tan importantes como el Nacional de Poesía, concedido a su poemario Casa de Misericordia (2007). El también prestigioso arquitecto y catedrático, ya jubilado, de Cálculo de Estructuras, ha publicado más de veinte libros de poemas -escritos en catalán a partir de L'ombra de l'altre mar (1980)-, pero este que ahora ve la luz, primorosamente editado, es su primer ensayo. Toda una lección magistral en la que Margarit reflexiona, desde su dilatada experiencia como lector y hacedor de versos, en torno a un género que califica como el más exacto -del mismo modo que las matemáticas respecto de las otras ciencias- en el ámbito de las letras.
"Tenía veinte años cuando leí por primera vez las Cartas a un joven poeta de Rainer Maria Rilke. En ellas aprendí algunas verdades, sobre mí mismo y sobre la poesía, que me han acompañado siempre". Como revela con claridad el título elegido, Margarit se acoge a la sombra tutelar del gran poeta checo, entre otras cosas porque "las cuestiones fundamentales" que conciernen a la poesía apenas han variado desde entonces ni tienen por qué hacerlo en el futuro. Pero los diez breves capítulos de que consta el libro no se presentan en forma de cartas propiamente dichas -"Me dirijo a alguien que no me ha escrito"-, sino más bien de pequeños ensayos en los que el autor recorre, al hilo de su experiencia, algunos de los grandes temas de siempre. Es una aproximación teórica, sólo que acogida a la memoria personal de un poeta que se ha caracterizado por servirse de sus vivencias íntimas para convertirlas en materia de reflexión universal, y desde este punto de vista las Nuevas cartas de Margarit plantean un reencuentro del poeta de la plena madurez -que juzga severamente sus inicios- con las dudas y perplejidades del joven que fue, tan parecido a cualquier joven de cualquier tiempo.
La poesía, dice Margarit, "no es un oficio ni una profesión". Se precisan unas condiciones innatas que no pueden aprenderse, al contrario que las herramientas que también son necesarias para escribir un buen poema, pero que por sí solas no bastan. No hay que tener prisa por publicar; de otro modo -como le ocurrió a él- uno puede arrepentirse. Es conveniente frecuentar la lectura de los maestros, pero sabiendo liberarse a tiempo de su influjo para encontrar una voz propia. Es inútil aspirar a ser poeta sin sentir "una necesidad imperiosa, inaplazable", muy parecida a una obsesión, que vale también para los lectores, puesto que "ser un buen lector es más difícil que ser un mal poeta". Luego, el poeta debe conocerse a sí mismo, conforme a la inmortal sentencia socrática, y ser capaz de reproducir en el lector la emoción que él ha sentido antes, dado que los "itinerarios interiores" de ambos -y de todos los seres humanos- son susceptibles de reaccionar a los mismos o parecidos estímulos. Un libro de poemas exige la máxima tensión por parte del lector, que no es tanto el oyente de un concierto como el intérprete de la partitura. La concisión y la exactitud son -más que las características formales como la rima o la métrica- las cualidades distintivas de la poesía frente a la prosa. Un buen poema no admite una lectura en clave de entretenimiento. Sólo es válida la poesía, aunque compleja, inteligible. La novedad o la originalidad son conceptos vanos aplicados a la poesía, para la que se requiere una combinación de osadía y humildad. Frente a la tradición romántica y vanguardista, el creador debe adecuar la poesía a la vida, y no a la inversa. La poesía comprometida -con la religión, con la filosofía o con la política- no suele ser memorable. El amor es un tema difícil e inabarcable que linda con el sexo y la muerte y en cuyo vasto territorio hay espacio para lo más sublime y lo más abyecto. La soledad, en fin, es a la vez el destino del poeta y la condición imprescindible para su actividad creadora.
Son sólo algunas de las ideas que propone Margarit en este sencillo opúsculo donde trata un poco de todo, con el propósito de aleccionar a los jóvenes poetas y también o fundamentalmente de cifrar las claves de su propia poética, muy alejada de las propuestas visionarias que echan mano de conceptos abstrusos para justificar la vía irracionalista, tan a menudo infecunda. Situado a ras de tierra, el autor defiende la "inteligencia sentimental", el sentido común o la convicción de que la vida -incluida la experiencia del dolor- está en el sustrato de todo arte genuino. La emoción estética puede comunicarse, y al contrario de lo que a veces se piensa, no hace falta disponer de especiales cualidades para acceder a ella. No todos valen para ser poetas, pero cualquiera, con un mínimo de esfuerzo, puede compartir el placer y la enseñanza -el consuelo y "la iluminación"- que la poesía procura.
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domingo, 13 de septiembre de 2009

La tertulia

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Cuando llegué a la cafetería, la tertulia estaba bastante animada, me retrasé un poco y ya habían llegado casi todos. Se celebraba un cumpleaños. Se habían formado, quiero pensar que al azar, dos grupos bien delimitados: Uno en torno a la cumpleañera que en tono jovial repartía la tarta, el cava y el pacharán, hacían bromas sobre la edad y se divertían montando la fiesta por su cuenta. Junto a ellos el otro grupo parecía querer tomarse la tertulia más en serio, pugnaban por leer textos propios o de otros autores y ultimar los detalles de la próxima revista. Me uní a éstos últimos en un intento de igualar la balanza, pues estaban en minoría, pero ni aún así conseguimos entrar a los del otro grupo en vereda.

- ¿Qué has traído?

- Toma un trozo de tarta y un vasito de pacharán.

- He traído unos poemarios del Premio Isabel de Portugal, dos poemas corregidos para la revista y otro sobre la guerra.

- Ponle una dedicatoria a Eva en su tarjeta.

- Yo también he traído algunas cosas mías pero me parece que el ambiente no está hoy por la labor.

- Me han ofrecido escribir un poema erótico sobre la mujer-vaca.

- Yo tengo escrito un relato sobre la fragilidad del tiempo.

- Por cierto ¿cuántos pezones tienen las vacas?

- Te sienta bien cumplir años, cada vez estás más guapa.

- Tienen cuatro pezones, bueno, en realidad son seis pero dos son muy pequeños y no sirven para nada.

- ¡Hala, tu siempre a tocarme las mamelas!

- ¿Por fin qué título has elegido para tu libro?

- ¡Hay gracias, no esperaba menos de vosotros!

- Ya sabes que es lo que más me gusta.

- Aurora boreal.

- Si quieres tócame por detrás que es más disimulado.

- ¡Ya estoy harta de tanta inocencia! ¡Tienes que acabar como sea con esa fachada!

- Nada que ver con los otros títulos.

- Vale yo te toco donde tú quieras.

- ¿Vas a colaborar en la revista con tus fotos este año?

- A Eva le pasa con la inocencia lo mismo que a mí con lo descarada.

- Quiero grabar en este anillo la palabra ¡Ojalá!, ¿Piensas que me lo podrán hacer?

- ¿Es este el definitivo?

- Por cierto ¿qué es eso de la mujer-vaca?

- Había pensado que no.

- Sí, claro, es sólo una primera impresión.

- Es que quiero que sea en árabe.

- ¿Pensáis todos colaborar en la revista?

- Es la historia de un país donde sólo había mujeres-vaca.

- De momento sí, a no ser que no le guste a mucha gente.

- Por supuesto estamos en ello.

- Yo pensaba que era un país de vacas, pero al ser de mujeres-vaca me parece más complicado.

- Creo que no habrá ningún problema.

- A ver si os animáis con los esponsor. Este año nos puede salir la revista gratis.

- ¿Tenéis un buen programa para maquetar?

- Yo ya tengo tres fijos y cuatro posibles.

- ¿Qué pasa que no todos quieren dar las quince mil pesetas?

- Si os animáis, el próximo viernes es el fallo del Premio de Poesía del barrio.

Llegados a este punto alguien propuso:

- ¿Os parece que nos vayamos a cenar?

A lo que todos asintieron:

- Es lo mejor, la tertulia ya ha dado de sí todo lo que podía dar.

- Adiós, ¡Hasta el viernes!

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jueves, 10 de septiembre de 2009

Diario corto de un mono asesino

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David Ubico Soler

El sábado 12 de septiembre a las 19 h. se presenta en la FNAC de la Plaza de España de Zaragoza el libro de mi buen amigo David Ubico Diario corto de un mono asesino. La presentación corre a cargo de Manuel M. Forega y leeran los poemas los miembros de la Asociación Literaria Rey Fernando de Aragón


Os esperamos.


PRIMAVERA QUE FUE


Lecturas leídas por jóvenes apasionados,

cantores de la nueva era que lucen pañuelos blancos.

Viejos que dudan, pero que son arrastrados

por los jóvenes de pañuelo blanco.

Chicas y mujeres maduras enamoradas

de las voces de los jóvenes apasionados.

Todo eso y más vi en tus ojos,

también rosas rotas empujadas por un viento negro

con ojos como puñales y amapolas

que lloraban por una primavera que fue.

También uniformes limpios

con las botas manchadas de sangre,

con gorros de otro lugar y otro lenguaje

y sotanas negras que traía el viento negro.

También vi pies descalzos desgarrados

por las piedras y caras agrietadas por el frío

y el calor y perros que ya no ladran

y mujeres con la leche cortada.

A veces su silencio es contestado

por el llanto de un niño,

por una guitarra rota,

o por piernas temblorosas.

Ya no hay jóvenes apasionados,

ni pañuelos blancos, sólo ojos muy abiertos

por donde entra el viento negro

como una llamarada y relámpagos sin luz,

convirtiendo la noche en un oscuro túnel

lleno de rosas rotas y ajadas

y amapolas sin primavera.

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miércoles, 9 de septiembre de 2009

Poema XXXI

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RESURRECCIÓN

Cuando caen los nidos de los árboles,
la brisa fresca atrae insectos,
un aroma a piel invade el aire
y la luz estalla en las pupilas.
Nadie diría que ayer
todo parecía muerto a los ojos,
el día era siempre gris
y los cirros amenazaban lluvia.
Nada hacía presagiar
el final de la derrota,
y sin embargo,
hay días que parecen perlas.
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domingo, 6 de septiembre de 2009

¿Locos con talento?

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EPIGRAMA


-¿Es arte del demonio o brujería

esto de escribir versos? -Le decía

no sé si a Campoamor o Víctor Hugo

un mozo de chirumen muy sin jugo-.

-Enséñame, maestro, a hacer siquiera

una oda chapucera.

-Es preciso, no estar en sus cabales

para que un hombre aspire a ser poeta;

pero, en fin, es sencilla la receta:

forme usted líneas de medidas iguales,

luego en fila las junta,

poniendo consonantes en la punta.

-¿Y en el medio?

-¿En el medio?

¡Ese es el cuento!

¡Hay que poner talento!


Ricardo Palma

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