miércoles, 9 de septiembre de 2009

Poema XXXI

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RESURRECCIÓN

Cuando caen los nidos de los árboles,
la brisa fresca atrae insectos,
un aroma a piel invade el aire
y la luz estalla en las pupilas.
Nadie diría que ayer
todo parecía muerto a los ojos,
el día era siempre gris
y los cirros amenazaban lluvia.
Nada hacía presagiar
el final de la derrota,
y sin embargo,
hay días que parecen perlas.
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1 comentario:

MarianGardi dijo...

Preciosos versos,
hay dias que pareecen perlas,
y hay poemas que son joyas.
Un fuerte abrazo Ricardo junto a mi cariño, prepara ya las fotos que vamos a hacernos muchas en el Gijón