Hoy nos encontramos en esta Biblioteca, lugar de lectura y centro de cultura para celebrar y festejar el nacimiento de un nuevo libro salido de la pluma y el corazón de RICARDO FERNÁNDEZ MOYANO, a quien muchos de vosotros conocéis como persona y como poeta.
Ricardo Fernández Moyano es oriundo de Minaya (Albacete) pero lleva bastantes años residiendo en Zaragoza. Es profesor de E.G.B. en la especialidad de Ciencias Humanas y trabaja en nuestra ciudad como educador en un Centro especializado de Minusválidos Psíquicos.
El libro que hoy nos ofrece Ricardo es el segundo que edita y lo hace con Juan Pastor en la colección de poesía “DEVENIR”, con el título de Transparencias. Este libro fue precedido de “TRAS LA HUELLA DEL TIEMPO” editado por la Diputación de Albacete en 1996 en su colección “ARKANOS” cuadernos de poesía.
Está en posesión de varios premios de poesía en su tierra de Albacete, en 1980 y 1985. Quedó finalista del “Premio Nacional de Poesía Ateneo de Albacete” en 1985 y 1986, del Premio Universidad de Zaragoza” en 1993, también del premio “Hermanos Argensola” del Excmo. Ayuntamiento de Barbastro, en 1994.
Junto a otros nueve poetas obtuvo el 1º premio en la 1ª Muestra de Poesía de la Asociación de Vecinos del Picarral en 1.996, ya popular en nuestra ciudad. Conocí a Ricardo con motivo de la presentación de mi último libro.
Venía acompañado de una buenísima amiga común. Al finalizar el acto se acercó a saludarme y me traía un ejemplar de su primer libro “Tras la Huella del Tiempo”.
En aquellos momentos de emoción y de saludar a unos y a otros, la verdad es que le agradecí sobremanera el detalle de hacerme partícipe de su creatividad, pero si alguien a la media hora me hubiese preguntado por su aspecto, no lo hubiese sabido describir, pero allí estaba su libro y a los pocos días cuando ya había pasado el momento y las emociones, encima de mi mesa de trabajo resaltaba, como llamándome, el título del libro de Ricardo. Por supuesto lo leí con toda mi atención. Lo llamé para cambiar impresiones con él y a partir de entonces hubo una comunicación que de no ser por sus escritos nunca hubiésemos cultivado y profundizado.
Por supuesto cuando se puso en contacto conmigo para pedirme que le presentase el libro, no podía ni quería negarme a hacerlo y aquí estamos para intentar desentrañar en lo posible los versos de Ricardo y gozar con su comunicación hacia nosotros por medio de ellos.
Es un libro de poemas en el que se recogen 44 de ellos, de diversos temas entre los que no pueden faltar los poemas de amor.
Para mí el título que Ricardo le ha puesto a su libro es revelador de su escritura: TRANSPARENCIAS, ya que la poesía de Ricardo es intensa pero sencilla, transparente para el lector, poesía en la que se puede ver reflejado todo aquél que los lea con interés y queriéndose adentrar en ella.
Que sea sencilla y transparente no quiere decir que carezca de un gran contenido poético, de un gran lirismo y un profundo sentimiento que nos trasmite.
Los poemas de “TRANSPARENCIAS” están escritos en verso libre están impregnados de musicalidad interna y de sonoridad, con versos de una belleza extraordinaria: El suave susurro de las hojas/ Suena a música de Mozart o Vivaldi/ La alegre sinfonía de las rosas.
En los poemas de amor de Ricardo, en momentos, roza suavemente el sensualismo, es poesía íntima e incluso espiritual que siempre nos sugiere: Acariciaste mi alma de fuego/con suaves dedos de espuma. /El silencio se hizo eterno/ y la noche ocultó su sonrisa/ mientras en el labio ardiente/ morían deseos inconfesables y lejanos/.
Hay otros poemas de Ricardo que son al mismo tiempo que bellos y líricos, producto de la reflexión e interiorización, donde el lenguaje se convierte en arte, reduciéndonos y quemándonos con un fuego singular, donde la vida y la muerte y sobre todo, el tiempo son tres ideas que pululan en alguno de sus versos continuamente: /Sólo vivir es importante/ (Vivir). Escucha pasar el tiempo/ Todo me hablaba de ti/ haciendo más dura tu ausencia/ (París 1988). El aroma del recuerdo envolvía el aire/. Que ya no entiendo mi vida ni mi muerte/ sin la cálida sed de tus labios/ (Vida). Nos llamó un día la vida/ (Agonía). Vivir es morir un poco cada día/ (Vivir es morir). El tiempo cruza inexorable/ (El tiempo). Aunque mueras no dejarás de vivir/ (Resurrección).
El libro de Ricardo también tiene imágenes muy bellas: Deambular de las horas/ (Sueño de luna) pero no las prodiga.
En muchos de los poemas de Ricardo nos quiere transmitir sobre todo la esperanza. Nos dirá que la vida es dura, y nos trasmitirá emocionalmente sus pasiones, dudas, ansiedades, sorpresas, decepciones, pero al final nos trasmitirá también esperanza. Aunque hay días que parecen noches/ no desesperes/ todas las rosas florecen en primavera (Esperanza). Abrir los ojos a la esperanza/ (Declaración de intenciones). Los labios dibujan en el cristal una mueca/ que ya no es tristeza/ (Adagio intemporal). Descubrir la poesía es uno de los grandes regalos que la vida hace a los poetas y a los lectores.
Georgio Barbieri dice: “La poesía es capaz de ver desde un punto mínimo, la entera verdad del Universo, pero también ser, al mismo tiempo, contemplación y manifestación de toda la fatiga de la palabra y la vida”.
El amor por la literatura, el crecimiento y enriquecimiento, ético y estético es lo que se aprecia en la lectura de los poemas de Ricardo.
Quiero felicitar muy sinceramente a Ricardo por la publicación de este libro y espero que tenga muy buena acogida entre el público y que sea la continuación de muchos logros y termino con una de las estrofas de un poema suyo y que hago mío para desearle y decirle:
Disfruta intensamente el calor
de este instante irrepetible,
pues nunca más, como hoy,
lo volverás a vivir.
Carmen Serna
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