Poema LXXXIX
FLORERO
Acerco mi mano a su boca,
siento el frío del cristal
subiendo por mis dedos,
mientras tropiezo con piel dormida,
sedosa como pétalos.
Adivino en la oscuridad
la fragancia de sus curvas,
la hondura de sus huecos,
la infinita posibilidad de su cuerpo
deshecho en mil pedazos,
aristas
que me hacen recordarte.
4 comentarios:
Muy sugerente, no solamente por las formas sino por las sensaciones, Me encanta.
Estimado: te escribo para contarte que estamos haciendo una convocatoria para un nuevo blog que se armó (www.licuadoradeletras.com). Cuya esencia consiste en reunir a los amantes de la literatura con el fin de que realicen publicaciones de sus obras, de otros autores, u otros asuntos vinculados con la temática del sitio. Ya somos cuatro integrantes, y si las cosas marchan bien, con el tiempo se van a ir sumando más personas a esta movida.
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...bello poema donde la palabra se une al Ser y forma un oculto campanario, no define el sustento del mismo--como debe ser en los gardes poemas--amaga...pero se acerca conuna sensibilidad muy hermosa a la pureza de las formas que habitan en su sustancia
...el comentario anterior es el mío...pero no sé el por qué no sale mi nombre, la verdad que no entiendo de esto....
Luis Angel Marin Ibañez
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