sábado, 14 de marzo de 2009

El valor de un compromiso con los demás

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LA VERDAD, 1 de marzo de 2009

MIGUEL ÁNGEL CARCELÉN. FUNCIONARIO Y ESCRITOR

«Copio argumentos de la realidad»

El valor de un compromiso con los demás

POR: CLARA M. RABADÁN

Miguel Ángel Carcelén lleva mucho tiempo aunando la literatura con los valores solidarios. Ganador de multitud de certámenes literarios acaba de conseguir otro primer premio en el concurso José María López-Torrijos con su obra El vuelo de las aves.

-¿De qué trata El vuelo de las aves?

-Es una novela un poco curiosa porque tiene tres protagonistas y cuenta una triple historia: la de un ciego que se gana la vida en Aranjuez, la de una huérfana gallega y la de un expósito que se busca la vida en los bajos fondos de Madrid. La narración se sitúa en la década de los años setenta y pese a ser una triple historia en la que parece imposible que las vidas de los protagonistas se unan, al final se comprueba cómo las historias de estas personas se van entremezclando y se muestra una relación entre ellos.

-¿Qué le inspiró para escribir esta obra?

-Pues como yo inspiración tengo poca, me dedico a copiar los argumentos de la realidad, no me considero muy creativo. Hay situaciones que parecen fantásticas, pero sólo me dedico a maquillar la realidad, con lo que creo que obtengo mejores resultados que si desde un principio diera rienda suelta a la imaginación. El personaje de la huérfana gallega si que estaba basado en una persona real que conocía, lo que fue en realidad el origen de la novela. Me llamó la atención su historia personal de cómo una persona que lo podía haber tenido todo acabó arruinando su vida.

-¿Qué quería transmitir con este libro?

-Este libro es bastante distinto del resto que ya he publicado. Mi intención con él era hacer una denuncia al vacío existencial que poco a poco se va adueñando de nuestra sociedad. Además, este vacío no es algo que sólo sufren los que por alguna razón tienen la vida difícil, sino que la actual sociedad de consumo tiene el vicio de convertir todo lo que antes era esperanzador en propina y nos resta la capacidad de asombro antes determinadas situaciones. Es, por tanto, un vacío que nos está afectando a todos y no nos damos cuenta de él hasta que no llegamos al límite de alguna situación extrema.

-¿Cómo han sido entonces el resto de sus obras?

-Casi todos mis libros anteriores habían sido de género policíaco o penitenciario. Por eso este último es distinto, porque no hay asesinatos que desvelar. Además, en los anteriores si que había una historia clara, pero en esta aparte de la historia hay también una lectura entre líneas más profunda, referida al vacío existencial, la pérdida de valores y de ilusión.

-¿Qué significa para usted la escritura?

-Desde siempre, escribir ha sido para mi un desahogo. Escribir es una forma de enfrentarme a la realidad y de reconciliarme con el mundo. Cuando escribo me planteo problemas y soluciones con la tranquilidad de poder plasmarlos en un papel. La literatura supone también una forma de dar a conocer lo que yo entiendo sobre cuestiones importantes de nuestra sociedad, sobre todo de denuncia. Para mí personalmente, el valor estético de la literatura queda en un segundo plano.

-¿Cuándo comenzó a escribir?

-Comencé a escribir en serio a los dieciséis o diecisiete años, aunque siempre me recuerdo escribiendo algo desde que era muy pequeño.

-No ha escrito para ganarse la vida, sino para ayudar a que otros se la ganen, ¿cómo ha sido ésto?

-Para mí, como he dicho, la literatura es un desahogo y no trato de ganarme la vida con ella. Así, desde que comencé a escribir en serio los beneficios económicos de los premios y conferencias que he podido dar y recibir los destino a proyectos de ayuda al desarrollo en países empobrecidos. Por eso, para mí la literatura y la solidaridad van de la mano. Todo surgió a raíz de un viaje que realicé con un grupo de gente hace unos años a la República Dominicana, cuando pude conocer de primera mano la miseria que había y vimos que con poco dinero que aportáramos se podían hacer grandes cosas allí. Por esta razón, a la vuelta del viaje nos comprometimos a financiar la construcción de unas treinta viviendas. Para ello, cada uno de nosotros se ofreció a hacer lo que mejor sabía; los hubo que hicieron ganchillo para vender en mercadillo, otros actuaban de payasos en fiestas... y yo me ofrecí a participar en concursos literarios. Me di cuenta que era más fácil ganar un concurso literario que te tocase la quiniela, así que he tenido la suerte de ganar un par de certámenes con dotaciones económicas importantes.


6 comentarios:

MiLaGroS dijo...

Miguel Ángel. Eres de los mios. Del tipo de gente que a mi me gusta y con la que yo me siento identificada. Enhorabuena por que el premio mas importante, eres tu mismo. Un abrazo. milagros

Anónimo dijo...

Precioso título el que has elegido.
Una forma de avanzarnos la historia muy original. Las intenciones y el preámbulo.
Tiene buena pinta y dan ganas de empezar a leerlo ya.
Te felicito, de verdad.
Enhorabuena.
Nélida.

Anónimo dijo...

Gracias por compartir el conocimiento de gente interesante que hace cosas interesantes.
Enhorabuena a Miguel Angel Carcelén por todos los premios recibidos, y por los que vendrán.
Un abrazo.

MarianGardi dijo...

Alguien que escribe para ayudar a los demás es muy digno de parte de este escritor.
Ricardo, no dejes de pasar y darme tu opinión sobre mis versos, ellos te lo agradecen mucho.
Un abrazo

MarianGardi dijo...

Ricardo has de volver a decirme las diferencias con la poesia para que yo las sepa.
Yo se que el aprendizaje se paga, algún día te lo recompensaré aunque sea con un abrazo de agradecimiento, por el bien que me haces.
Ya me dirás

Libertad dijo...

Gracias por ser hoy el escritor que presenta a otro buen escritor y, después de lo leído, otra buena persona. Invitas a informarnos más, a leer más sobre M. ängel Carcelén. Gracias por compartirlo con nosotros Ricardo.
Feliz semana.