EN EL ATARDECER
Los destellos más hermosos del día
y la fugacidad del tiempo
terminan atrapados
en ese instante único,
el aliento recobra su sentido
en una llamarada efímera
de anaranjados, rojos y violetas.
El mar se reconcilia con el mundo
y las estrellas,
a punto de salir,
reclaman su presencia en el espacio
que celebra la pérdida del sol,
con una fiesta de colores
en agradecimiento y sumisión
al universo que lo vio nacer
antes de sucumbir en el mutismo.
Del libro inédito Zarzal
4 comentarios:
precioso
Buenos días Ricardo:
Lo que más me gusta de este poema es el tiempo. En cuanto a los colores, se podrían hacer algunas comparaciones con estados de ánimo.
Hasta luego y saludos cordiales,
Gracias amigos, qué tristes están los blog's sin comentarios. Un abrazo a los dos.
Celebran la pérdida del sol...... inmensamente profunfo!!
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