jueves, 20 de septiembre de 2012

Poema XCVII





ESPEJOS

Ya no gimen perros
en las rodillas de la noche,
ni en los umbrales de la luz
duermen luciérnagas.

Negra es la llama que sostiene
la certeza de los muertos,
hollín embravecido
en cavernas de cuencas.

Pero en los labios del horizonte
aún no ha muerto el día
y en las columnas del vértigo
renace el huracán de los espejos.

4 comentarios:

La Solateras dijo...

Un gran poema, Ricardo.

Enhorabuena.

MiLaGroS dijo...

Me parece precioso Ricardo pero quizá si cambiaras el orden de los primeros versos tendría más fuerza el poema.

ya no gimen los perros
en las rodillas de la noche
ni duermen luciérnagas
en los umbrales de la luz.


El final me encantaa.

Besos.

MarianGardi dijo...

Me gusta mucho la significación de la noche.
Muy bueno.
Te felicito.
Un abrazo

Ricardo Fernández Moyano dijo...

Gracias por tu visita y comentarios Ana.

Creo que llevas razón Milagros, así queda mejor. Gracias.

Gracias Marian, me alegro que te guste.