domingo, 4 de marzo de 2012

Poema LXXXII


GRITO VELADO

Un pájaro irrumpió en la noche,
golpeó las ventanas
y dejó un eco sordo en el aire.
No había luz en las calles,
las farolas dormían
bajo el palio del asfalto.
Dejaron de sonar los teléfonos
y las puertas se cerraron. 
La tierra tembló,
cayeron casas
dejando paso a días sin pan.
Un grito recorrió las gargantas.
La luna se hizo quejidos inaudibles.
Nadie escuchó aquel estruendo,
el mundo miraba hacia otro lado:
no era rentable intervenir.


2 comentarios:

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

Un poema fuerte que parece gritar con fuerza la barbarie de la falta de solidaridad entre los seres humanos pero, especialmente, desde las esferas del poder.
Tenazmente hermoso!
Felicitaciones desde Suecia.

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

Con motivo de celebrarse en el día de hoy (marzo 8) el Día Internacional de la Mujer he hecho un homenaje en mi blog CONTRASTES (http://gustavo-contrastes.blogspot.com/) a nuestras queridas compañeras. Quiero enviar un saludo muy especial a todas tus lectoras y abrazarles fraternalmente en su día que, a mi juicio, deben ser todos los días.
Saludos.