viernes, 17 de febrero de 2012

Poema LXXXI


HAMBRE DE LUZ

Los días pasan imperceptibles
por este pedazo de pan
y el peso de las horas
deja aroma de harina
entre mis dedos.
Solo los hornos hambrientos de mendrugos
recuerdan la masa dormida
donde nació la soledad.




2 comentarios:

MarianGardi dijo...

Me has emocionado, lo pongo en mi facebook
un abrazo Poeta

Marisa dijo...

Que a nadie le falte
ese pan que es alimento
y justicia.

Un beso