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RÉQUIEM
Me moriré despacio entre almendros
y cuando la negra dama de blandos
pasos atenace mi garganta
un grito delgado será mi voz.
La nieve poblará los tejados
de roja melancolía
y la vida ojos de niños
con luz azul.
Nadie escuchará mi lamento,
nada se moverá en la tierra
cuando parta en la barca del Hades
camino de otros lagos.
La lluvia despertará certezas
en los habitantes del miedo
y la luna dejará dulces destellos
en los ojos callados de los muertos.
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1 comentario:
¡Qué preciosa poesía! Es una lástima que hable del Hades y no del Parnaso, que es lo más les va a los buenos poetas.
Ha sido un placer descubrir este blog, el cual, como el mío, está a favor de la justa causa saharaui.
Recíbase mi saludo más cordial.
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