La alemana Herta Müller logra el Premio Nobel de Literatura
* Encarna el destino de las minorías alemanas en los países del centro de Europa
* En su obra destaca su agudeza para percibir detalles y sentimientos cotidianos
* En su obra destaca su agudeza para percibir detalles y sentimientos cotidianos
La novelista, poetisa y ensayista rumano-alemana Herta Müller es la ganadora del Premio Nobel de Literatura 2009. El premio está dotado con 10 millones de coronas suecas (980.000 euros) y, como el resto de galardones Nobel, se entrega el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su fundador, Alfred Nobel.
Para la Academia Sueca, Herta Müller "con la concentración de la poesía y la franqueza de la prosa, describe el paisaje de los desposeídos". Lo cierto es que su obra encarna en buena parte el destino de las minorías alemana en los países del centro de Europa que, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, en muchas ocasiones tuvieron que pagar por partida doble las culpas del nacionalsocialismo.
Müller, entrevistada por la agencia Dpa la víspera del anuncio sobre la posibilidad de ser la ganadora, no creía hasta que sería premiada con el máximo galardón de las letras. "No creo, siempre se lo menciona a uno, pero este año no lo harán", dijo la escritora.
"¿Qué diría yo sobre el Premio Nobel? Que me alegro, está claro. Naturalmente que estaría también feliz. Pero no soy una estrella y no me gusta que me obliguen a estar en el tapete. Sigo haciendo mi trabajo como siempre, sin estridencias".
"Nunca me ocupé de las listas de favoritos o de cuántas veces ha sido mencionado Philip Roth. Yo hago mi trabajo. Naturalmente que no me opongo a la distinción, pero no estoy desesperada por recibirla. Pasé tantos nervios en el pasado que ya estoy curtida".
La escritora, que vive en Berlín desde 1987, nació en Nytzkydorf (Rumanía) en 1953 y en una familia de la minoría alemana en ese país (a la que pertenecieron otros escritores emblemáticos alemanes como Paul Celan u Oskar Pastior) y desde muy pronto trató de tender puentes entre las dos culturas a las que pertenecía.
Herta Müller estudio Filología Germánica y Filología Rumana simultáneamente, tratando de profundizar los conocimientos de las dos literaturas a las que sentía que pertenecía. Con la Rumanía oficial, regida por el dictador Nicolai Ceacescu, entró en conflicto muy pronto al ser despedida de su primer trabajo, como traductora en una fábrica de máquinas, por negarse a colaborar con la Securitate, el servicio secreto de la Rumanía comunista.
Censura en Rumanía, éxito en Alemania
Su primer libro, 'Niederungen' ('En tierras bajas', Siruela), también fue motivo de controversia. El manuscrito reposó durante cuatro años en la editorial antes de que finalmente pudiese publicarse, en 1982, con recortes impuestos por la censura rumana. Dos años después, la versión original del libro apareció en Alemania, ante lo que las autoridades rumanas reaccionaron imponiéndole la prohibición de publicar. En Alemania, en cambio, le valió un reconocimiento literario inmediato y la novela recibió el premio Aspekte, al mejor debut en lengua alemana del año.
En 1987 la escritora logró abandonar su país y se instaló en Berlín, donde vive y trabaja desde entonces. La Rumanía de Ceacescu y el destino de la minoría alemana allí, es el tema de buena parte de sus obras. En 'Der Mensch ist ein groses Fasan auf der Welt' ('El ser humano es un gran faisán en el mundo') aborda el destino de una familia alemana que espera con ansiedad la autorización para abandonar Rumanía.
En su última novela, 'Atemschaukel', cuenta la historia de un chico de 17 años que después de la Segunda Guerra Mundial es llevado por los rusos para ayudar en un campo de trabajo a la reconstrucción de la Unión Soviética. Los rusos consideraban que con ello los alemanes pagaban sus culpas como cómplices de Hitler, sin importarles que algunos de ellos hubieran sido también víctimas del nazismo.
'Atemschaukel' es el intento de Herta Müller por desentrañar lo que se escondía detrás del silencio de su madre, y de otros muchos rumanos-alemanes de su generación, que no se atrevían a hablar nunca del tiempo que habían pasado en campos de trabajo soviéticos.
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Para la Academia Sueca, Herta Müller "con la concentración de la poesía y la franqueza de la prosa, describe el paisaje de los desposeídos". Lo cierto es que su obra encarna en buena parte el destino de las minorías alemana en los países del centro de Europa que, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, en muchas ocasiones tuvieron que pagar por partida doble las culpas del nacionalsocialismo.
Müller, entrevistada por la agencia Dpa la víspera del anuncio sobre la posibilidad de ser la ganadora, no creía hasta que sería premiada con el máximo galardón de las letras. "No creo, siempre se lo menciona a uno, pero este año no lo harán", dijo la escritora.
"¿Qué diría yo sobre el Premio Nobel? Que me alegro, está claro. Naturalmente que estaría también feliz. Pero no soy una estrella y no me gusta que me obliguen a estar en el tapete. Sigo haciendo mi trabajo como siempre, sin estridencias".
"Nunca me ocupé de las listas de favoritos o de cuántas veces ha sido mencionado Philip Roth. Yo hago mi trabajo. Naturalmente que no me opongo a la distinción, pero no estoy desesperada por recibirla. Pasé tantos nervios en el pasado que ya estoy curtida".
La escritora, que vive en Berlín desde 1987, nació en Nytzkydorf (Rumanía) en 1953 y en una familia de la minoría alemana en ese país (a la que pertenecieron otros escritores emblemáticos alemanes como Paul Celan u Oskar Pastior) y desde muy pronto trató de tender puentes entre las dos culturas a las que pertenecía.
Herta Müller estudio Filología Germánica y Filología Rumana simultáneamente, tratando de profundizar los conocimientos de las dos literaturas a las que sentía que pertenecía. Con la Rumanía oficial, regida por el dictador Nicolai Ceacescu, entró en conflicto muy pronto al ser despedida de su primer trabajo, como traductora en una fábrica de máquinas, por negarse a colaborar con la Securitate, el servicio secreto de la Rumanía comunista.
Censura en Rumanía, éxito en Alemania
Su primer libro, 'Niederungen' ('En tierras bajas', Siruela), también fue motivo de controversia. El manuscrito reposó durante cuatro años en la editorial antes de que finalmente pudiese publicarse, en 1982, con recortes impuestos por la censura rumana. Dos años después, la versión original del libro apareció en Alemania, ante lo que las autoridades rumanas reaccionaron imponiéndole la prohibición de publicar. En Alemania, en cambio, le valió un reconocimiento literario inmediato y la novela recibió el premio Aspekte, al mejor debut en lengua alemana del año.
En 1987 la escritora logró abandonar su país y se instaló en Berlín, donde vive y trabaja desde entonces. La Rumanía de Ceacescu y el destino de la minoría alemana allí, es el tema de buena parte de sus obras. En 'Der Mensch ist ein groses Fasan auf der Welt' ('El ser humano es un gran faisán en el mundo') aborda el destino de una familia alemana que espera con ansiedad la autorización para abandonar Rumanía.
En su última novela, 'Atemschaukel', cuenta la historia de un chico de 17 años que después de la Segunda Guerra Mundial es llevado por los rusos para ayudar en un campo de trabajo a la reconstrucción de la Unión Soviética. Los rusos consideraban que con ello los alemanes pagaban sus culpas como cómplices de Hitler, sin importarles que algunos de ellos hubieran sido también víctimas del nazismo.
'Atemschaukel' es el intento de Herta Müller por desentrañar lo que se escondía detrás del silencio de su madre, y de otros muchos rumanos-alemanes de su generación, que no se atrevían a hablar nunca del tiempo que habían pasado en campos de trabajo soviéticos.
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1 comentario:
Tendré que leer algo de la autora.
¡No la conozco!
Un abrazo Ricardo y ojalá que vendas muchos libros a mi me encantaria tener uno tuyo a ver si lo consigo
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