miércoles, 7 de diciembre de 2016

Carmen carminis en palabras de Mar Blanco





PRESENTACIÓN DE CARMEN CARMINIS EN ZARAGOZA

La Bóveda del Albergue 30- 11- 2016

Ricardo Fernández Moyano sabe hacer visible la palabra porque persigue hacer visible a la mujer.  ser humano que se queda a mitad de caminoNo quiere ser un ser humano que se queda a mitad de camino, por eso se implica, por eso su homenaje para no gastar su voz contra los muros.
Un signo para sumarse al canto. Que no haya mujeres que vivan eternamente a la deriva.

A las puertas de diciembre, con lirios escondidos en el fondo de los ramajes, respira noviembre en lo hondo del bosque, dónde el amor está agazapado, dónde los días no pasan por pasar, si no que van construyendo senderos con el lenguaje que dice la verdad.
A pesar de todo vivir significa ser libre, tender a la libertad por encima incluso del valor.
Carmen-Carminis transita en sus poemas por los distintos rostros de mujer, incluye a la mujer niña, a la niña Carlota, a la mujer Artesana, Maga, Humana, Inspiradora, Hechicera, a la mujer fecunda como el agua,a la que como dice Milena Agus, Dios había hecho en un momento en que no tenía ganas de las mujeres normales, en serie, sino que había tenido una inspiración poética y la había creado.
Y vio que no era loca.

Carmen- Carminis que significa poema se parece a la vida.
Tal vez sea precisamente por como el mundo habita en las mujeres. Nos lo muestran sus versos.
El autor, caminando junto a las mujeres de su vida, fascinado por su fortaleza, hombro con hombro, paso tras paso, se convierte en compañero.
Y así recorrió cuantos caminos hubo que andar de largas lejanías.
Y asi vió practicar el desconsuelo con elegante educación.
Hay una grieta en todo: es por donde entra la luz. en palabras de Leonard Cohen. Y en esa pequeña rendija se sustenta el verso de Ricardo: Has aprendido a vivir entre la luz de los escombros.
No hay abismo más aterrador que el que llama dentro. Ríe en voz alta y llora fuerte. Toda la sangre se celebra en lo que arde. Esa secreta hoguera
Y cuando en la noche la voz golpea en la memoria, recrea un vendaval tan viejo y, quizás ya, tan ajeno donde brotan vidrios rotos.
Pero todas las noches no son oscuras.
En el aire habitan los silencios cifrados como seda silente, sólo hay que cambiar las manos frías de la noche por la tibia ternura de una caricia.
Estas elecciones que el poeta realiza, llevado por la certeza de que en poesía, todo significa, son una manera poderosa de extender el significado del poema.
El continente también es contenido y se bifurca en el terreno del vivir, que peregrina por distintos caminos, y en el discurrir de la palabra.
Aquí los tenemos, sus formas dialogan.
Vivir la vida que nunca elige y saber en palabras de Murakami que nuestras vidas no son cortadas, simplemente, en "oscuro" y "luminoso". Hay una zona intermedia que se llama "Claroscuro". Para distinguir los matices -y entenderlos- se necesita mucho tiempo y esfuerzo.

No ir por donde guía el camino. Andar en su soberanía.  Ser oveja oscura. Por elección. Y decirlo. Darse el permiso del  amor a sí.  Tender hacia  donde no hay línea establecida y dejar huella. La señal, la bendecida, ella, la que camina a la par que el corazón.
Aunque siempre fue complicado ser mujer,  afirma el autor que, detrás de cada persona, hay un enigma para el que tal vez bastara una llamada, un mar de ternura o alguien dispuesto a leer lo que la vida le escribió en la espalda.
Alejarse de esa Ecuación indescifrable con sabor metálico a desprecio y de la presencia por costumbre, probablemente nos condujera a una tarde de abril entre rescoldos de amor y podríamos al fin, recuperar, después de la ceguera, la desnudez y los abrazos.

Emerger. Llegar. Nacer. Encarnarse

Gritar. Gritar. Gritar.

Repetir la profundidad tibia de las noches  azules en el vientre.
Y desbordarse el mundo en lágrimas de vida.
Territorio en el que florecer irremediablemente, renacer tras el tiempo de olvido, celebrar el milagro de Nuevos Mundos para un alba rota.

¿Qué pasará al seguir el aroma a infinito del poema?
¿Nos hará volver a lo esencial? ¿A lo que reivindica Ricardo para ellas? Las gracias en los ojos agrandados de nuestro género.
Ahora es el momento. Igual que ayer, hoy busco -lo dijo Juan Ramón- una verdad aún sin realidad; una verdad aún sin realidad.

Destaparse el reto en el ritmo del poema es el deseo, que aspira a ser universal.
Y este es el anhelo de Ricardo.
Sabemos más por lo que falta y resuena. La poesía, arroja luz marcando el camino.

Profundizar en este libro es como abrir la puerta y que la rosa se convierta en hábito.

Y que la palabra igualdad entre en la casa.

Mar Blanco

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