domingo, 11 de noviembre de 2012

Poema C


CONJURO

Romperé mi destino,
aplacaré la sed en otros lagos
y con zarpa de esfinge
rasgaré telarañas.

No hay dulzura
ni dolor en mis huesos,
pero encuentro la voz  de la memoria
en los días ocultos.

Te dices: que no te agobie la muerte
ni te hiera su herrumbre,
resiste en tu vereda
altivo como un águila.

Pisa vetas inciertas,
reinventa alboradas
y en los ojos cegados
una luz que sorprenda.

Que no te engañe el viento
ni el dardo del relámpago,
será eterna la lluvia
y tu sólo el olvido.

.

1 comentario:

MiLaGroS dijo...

Genial Ricardo. Muy bonito.

Un abrazo.