lunes, 1 de febrero de 2010

Poema XXXVII

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SOLILOQUIO


La soledad desnuda de la noche

germina en todos los cristales,

mientras rompe tras su ventana

la apagada luz de los recuerdos.

La sombra de los días

empaña el brillo impenetrable

de lúcidos momentos

cuando el reloj se ahoga en el silencio.

Sólo el tiempo

soporta el peso de las horas;

la plenitud de los días felices

se diluye entre las brumas del deseo.

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5 comentarios:

Amalia,Alma de mar dijo...

Amigo Ricardo: me gusta tu soliloquio, que es el de muchos.
¿Por qué no has hablado del éxito de la presentación de tu libro "Poetas suicidas" el pasado día 28?
Me agradó el debate (aunque ya sabes que no suelo participar).
Y disfruté, como siempre, de la intervención de M.M. Forega. Que sigas produciendo, editando y teniendo éxito. Un abrazo.

Ricardo Fernández Moyano dijo...

Amalia, no me gusta darme bombo con mis cosas. Yo invito a acudir a la gente y disfruto con ello, por suuesto Manolo estuvo tan brillante como siempre y el vídeo de Inma una maravilla. Estuvo todo muy bien y quedé muy satisfecho y el debate de diez.

Gracias por tu apoyo incondicional de siempre.

Un beso.

ROCIO dijo...

Hay un encuentro poético en tu tierra tal vez te interese.

http://encuentropoesianered.blogspot.com/

Un cordial saludo.

Rocío

carmen jiménez dijo...

El tiempo. Esa variable que no varía. Esa variable que es la gran incógnita de la vida. Esa, que soporta el peso de las horas, cuando todo lo demás se diluye.
Es un placer conocer nuevos poetas, aunque lo sean desde siempre.
Nos vemos en Zaragoza.
Saludos.
Es que voy haciendo una rueda de reconocimiento, para poner nombre propio a las palabras que son de todos.

Mercedes Ridocci dijo...

Precioso poema.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo.