La soledad desnuda de la noche
germina en todos los cristales,
mientras rompe tras su ventana
la apagada luz de los recuerdos.
La sombra de los días
empaña el brillo impenetrable
de lúcidos momentos
cuando el reloj se ahoga en el silencio.
Sólo el tiempo
soporta el peso de las horas;
la plenitud de los días felices
se diluye entre las brumas del deseo.
.
5 comentarios:
Amigo Ricardo: me gusta tu soliloquio, que es el de muchos.
¿Por qué no has hablado del éxito de la presentación de tu libro "Poetas suicidas" el pasado día 28?
Me agradó el debate (aunque ya sabes que no suelo participar).
Y disfruté, como siempre, de la intervención de M.M. Forega. Que sigas produciendo, editando y teniendo éxito. Un abrazo.
Amalia, no me gusta darme bombo con mis cosas. Yo invito a acudir a la gente y disfruto con ello, por suuesto Manolo estuvo tan brillante como siempre y el vídeo de Inma una maravilla. Estuvo todo muy bien y quedé muy satisfecho y el debate de diez.
Gracias por tu apoyo incondicional de siempre.
Un beso.
Hay un encuentro poético en tu tierra tal vez te interese.
http://encuentropoesianered.blogspot.com/
Un cordial saludo.
Rocío
El tiempo. Esa variable que no varía. Esa variable que es la gran incógnita de la vida. Esa, que soporta el peso de las horas, cuando todo lo demás se diluye.
Es un placer conocer nuevos poetas, aunque lo sean desde siempre.
Nos vemos en Zaragoza.
Saludos.
Es que voy haciendo una rueda de reconocimiento, para poner nombre propio a las palabras que son de todos.
Precioso poema.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo.
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