viernes, 13 de mayo de 2022

La poesía solar y lunar de Rosendo Tello




Entre las actividades a realizar por la Asociación Literaria Rey Fernando de Aragón están el celebrar una serie de homenajes a poetas aragoneses vivos, comenzamos con Carmen Serna y Ángel Guinda y el próximo será el dedicado a Rosendo Tello que bajo el título “La poesía solar y lunar de Rosendo Tello. Un recorrido por su vida y su obra” pensamos llevar a cabo el 26 de septiembre en el Centro Cultural Río Ebro, edificio Fernández Ordóñez a la 19 horas.


Contaremos además de los miembros de la Asociación: Amparo Sanz, Rosa Carrillo, Chema Sanz, David Ubico y Ricardo Fernández con la colaboración de Asunción Mínguez, Carmen Aliaga y Luis Trébol.


El porqué del título nos lo descubrió el propio autor. Su poesía es solar, es decir luminosa, transparente, esperanzada, de una claridad que deslumbra pero también, es lunar, nocturna, pesimista, desgarradora. Podemos decir que la poesía de Rosendo Tello camina entre la luz de la mañana y las sombras más oscuras, entre el fuego más ardiente y la más terrible de las dudas. En definitiva una poesía llena de vida que nos llega muy adentro y nos hace reconocernos en sus versos como seres humanos que sufrimos y gozamos en una cascada de sentimientos que nos lleva a reconciliarnos con el mundo.


Rosendo Tello Aína nace en 1931 en Letux (Zaragoza), en el seno de una familia campesina. licenciado en Historia, se doctoró en Filología Hispánica con una tesis sobre la poesía de Juan Gil-Albert.


Con Miguel y José Antonio Labordeta frecuenta la tertulia del café Niké y traba amistad con los escritores y artistas más destacados de la época. En 1959 publica su primer libro "Ese muro secreto, ese silencio" en la colección Orejudín, dirigida por J. A. Labordeta. Obtiene los premios de poesía más destacados de la época, «San Jorge» y «Luzán», amén de otros premios nacionales. Dirigió con Ana María Navales la revista de poesía Albaida.


Aunque no se considera parte de ningún movimiento literario se le podría encasillar con los poetas del 50 que por generación le corresponde.


Como ha publicado casi toda su obra en Aragón, le ha limitado para su difusión y conocimiento fuera de él.


Fue, junto a sus colegas Ildefonso Manuel Gil, Ángel Guinda y Manuel Vilas, autor del Himno oficial de Aragón con música de Antón García Abril. Es, además, miembro, cofundador y vicepresidente de la Asociación Aragonesa de Escritores.


Ha publicado los libros de poemas Fábula del tiempo (1969), Libro de las fundaciones (1973) Paréntesis de la llama (1975), Baladas a dos cuerdas (1979), Meditaciones de medianoche (1982) y Las estancias del sol (1990), Confesiones en vísperas de domingo (1996), Más allá de la fábula (1998), Augurios y leyendas de un tiempo que se va (2000), Consagración al alba (2004). Su obra poética reunida se encuentra bajo el título general de El vigilante y su fábula publicada por Prames en 2005.


Ese mismo año le fue concedido el Premio de las Letras Aragonesas.


Son de destacar sus recitales de poesía, con frecuencia acompañándose al piano, con entonación modélica y admirable ejecución musical.

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