viernes, 13 de mayo de 2022

AMORES NÓMADAS Y DESEOS PEREGRINOS



Todos tenemos la necesidad de querer y ser queridos, pero no todos estamos dispuestos a luchar por una relación estable que seguramente nos traerá más quebraderos de cabeza de lo que pensábamos. Cuando éramos más jóvenes tal vez teníamos idealizado el amor y creíamos que amar y ser amado sería lo mejor que nos podría suceder y la solución a todos nuestros problemas, posiblemente influidos por una idea preconcebida del amor romántico. Sin embargo, luego la vida se ha empeñado en demostrarnos que una relación trae junto a los momentos felices otros que no lo son tanto, a más de conflictos añadidos a los que ya teníamos, sólo se trata de la gratificante aventura de vivir la realidad.


Llegados a este punto descubrimos que amar no es una solución a los problemas. Al principio de una relación todo es muy bonito, nos sentimos como en una nube y la vida nos parece maravillosa. Pero conforme avanza el tiempo comienzan las primeras dificultades: diversidad de criterios, puntos de vista diferentes, etc. que nos llevan a un punto crítico. Bien luchamos por nuestra relación para tratar de superar estos escollos o mandamos todo a tomar viento en un ansia por recuperar nuestra libertad perdida.


Pero la soledad no es buena consejera y vamos de nuevo en busca del amor con la esperanza de que esta vez sea el definitivo. Y así sucede que una y otra vez tropezamos con la misma piedra, pensamos que una relación estable no está echa para nosotros y vamos de un amor a otro sin buscar nada más que pasarlo bien, divertirnos y sentirnos acompañados, convirtiendo nuestra relación en un “vive el momento” constante, buscando sólo lo que queremos hoy y no lo que necesitamos a largo plazo, así nuestra vida se convierte en un cúmulo de amores nómadas que no nos hacen sufrir, pero que tan poco nos hacen crecer como personas.


Es cierto que cuando una relación nos hace sufrir más de la cuenta, lo mejor es dejarla pero luchar por aquello que queremos es un signo de madurez y estabilidad emocional, nos ayuda a crecer, a ser más personas, a ver la vida con otros ojos.


En la literatura española tenemos un claro ejemplo de amores nómadas en la figura de Don Juan. Don Juan Tenorio y Don Luis Mejía convierten el amor en un juego de rivalidad, a ver cuál es capaz de conquistar más mujeres. “Pero siempre serán las mujeres de Don Juan y Don Luis de las mujeres”. Los amores nómadas, pasajeros, de ida y vuelta no suelen dejar huella, no hay tiempo suficiente para desarrollar algo de vital importancia “amistad auténtica”, una mezcla de respeto, interés mutuo, afecto y por supuesto amor. Debe existir antes un pacto entre los enamorados que deje las cosas muy claras en ese sentido: “Éste es sólo un amor de paso, yo no quiero comprometerme” si no se hace así, se entra ya en un terreno resbaladizo: el de los sentimientos, y así mientras yo sólo busco una relación pasajera, la otra persona puede estar buscando una relación más duradera y comprometida y cuando yo considere terminada la relación puedo hacerle mucho daño.


Tal vez un hombre o una mujer necesitaría “una persona y media” para ver colmados totalmente sus sentimientos afectivos, y como eso no es posible, aunque estemos plenamente enamorados nos podemos sentir atraídos por otra u otras personas sin que esto signifique que nuestra relación esté en crisis. Es muy importante saber canalizar los sentimientos y decidir qué merece más la pena, si mantener un relación con la persona con la que he compartido mis momentos más íntimos durante un cierto tiempo, o decidirme por otra de la que me siento fuertemente atraído pero a la que no conozco en absoluto. Deseos peregrinos que recorren nuestro cerebro con insistencia, en un afán por salir a la luz pero hacerlos realidad es bien difícil, casi siempre quedan en eso, en deseos irrealizables y si conseguimos llegar a vivirlos vemos que lo vivido es bastante diferente a lo imaginado aunque la mayoría de las veces, la realidad supera con creces a la ficción y entonces dejamos a un lado los deseos para intentar vivir el presente en plenitud.


Sea cual sea nuestra decisión a la hora de elegir nuestra vida amorosa debemos tener claro que en todos los casos la autoestima es muy importante, uno por encima de todo debe creer en sí mismo. Ninguna relación, por maravillosa que sea hará que te quieras a ti mismo como mereces y además tendrás dificultades para disfrutar esa relación. Y es que aunque tengas una pareja nómada o estable tú sigues siendo un individuo que mantiene su autonomía e independencia y que no debe olvidar vivir su relación en condiciones de igualdad con la otra persona.


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